Te hablo.
Me hablas.
Te vuelvo a hablar,
me sigues el rollo con las tonterías.
Te vuelvo a hablar,
y no me contestas.
Digo: me siento ignorada,
y al rato me dices: tranquila que después te echo cuentas y un algo parecido a lo que sería un equisdé.
...y que seas tú el que me gustes...
2 de julio de 2009
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